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viernes, 19 de diciembre de 2014

ASÍ SOMOS NOSOTROS LOS AMIGOS




Que feliz debe ser tener amigos,donde de verdad se comprenden y se aman, donde no exista la necesidad de pedir perdón, porque siempre hay sinceridad.
Pero ocurrió el sgte. y real comentario, que no es la última palabra, sino útil para cuestionar nuestra amistad:
 «Estuve de visita en casa de un señor amigo (fue, en vida Dr. Economista). En donde nos reuníamos  semanalmente un grupo de personas para hacer lectura y estudio de la Biblia, dirigido por una persona conocedora del tema.
Conversando de todo un poco con este señor comentamos sobre los amigos, yo le dije en base a la experiencia, Que los amigos, generalmente, son buenos contigo, cuando vos sos bueno con ellos, pero en cuanto digas o hagas algo que pueda ofenderlo o que vaya en contra de sus principios, automáticamente se rompe ese lazo íntimo de amistad, que había entre ambos, se termina la confidencia, la sinceridad.
Al terminar este comentario, cortantemente me respondió: «Es que así somos nosotros, “Así somos nosotros” Me repitió. Esta respuesta me impidió la oportunidad de seguir dialogando sobre el tema.
 Por supuesto no le hice el comentario, con la intención de que me responda como a mí me agradaría. No es lógico en una conversación de libres opiniones.
Pero podría ser que esperara de una persona como este señor que estaba en el estudio de la Palabra de Dios, una respuesta  un poco más alentadora, abrigando alguna esperanza  para con la humanidad, como sin mirar sus debilidades por ser humanas, y elogiando las virtudes espirituales, que por cierto sabemos que existen en muchas personas, y a través de ellas en Instituciones, o grupos  de amigos.
Este señor que tanto prestaba atención a los estudios de Biblia y que yo veía como él en otros momentos hacía un estudio personal de pasajes bíblicos para comprender mejor los mensajes. Por todo eso yo pensaba que respondería a mi comentario de una manera más positiva. o alentadora, como por ejemplo  me diga:
Y... en realidad que así hay muchas personas, pero también existen las buenas personas o buenos amigos etc. Así podríamos tener elementos para seguir hablando sobre el tema.

Pero no, de manera terminante me mostró la realidad de forma general y única, como es la vida que vivimos detrás de esta mascarada(*) de ciudades bonitas y ciudadanos civilizados y educados en los niveles, de países desarrollados y subdesarrollados de los crecidos en el espíritu y los de en vía de crecimiento; de los civiles: (laicos comprometidos y no comprometidos con la religión) y los religiosos, que por ende están comprometidos.
Pero que todos por igual, como me decía este señor amigo: así somos nosotros”.

Así se presenta como una realidad, nuestra característica o limitaciones humanas.
Lo palpamos en verdad, por ejemplo cuando ocurre una reconciliación de amistad. Desaparece esa sinceridad que existía antes de la ruptura. Sería como intentar pegar un vidrio roto, siempre quedan las huellas del pegamento. Creo que solo Dios puede hacer una re- unión sin dejar cicatrices.   
Y vamos a seguir siendo así, si nos dejamos guiar por el concepto que así somos nosotros, o así soy yo y no puedo cambiar. - Porque queremos ser así, no porque no podamos cambiar.

LAS EXCEPCIONES
Abrigamos la esperanza, de que, si supuestamente todos estamos en él: así somos nosotros”, existan las excepciones.
Las excepciones serían los que aman de verdad, así como Cristo nos enseñó que nos amásemos unos a otros.
Es decir, estar dispuesto a perdonar 70 veces 7? (Esto significa: vivir en actitud de permanente perdón)(*)
Esta condición mental, personal, establecida por Jesús- Dios, es necesaria que exista entre las amistades, de cualquier tipo. En especial en la amistad entre parejas de novios; matrimonios; entre padres e hijos, etc., para que en la reconciliación (cuando se realice entre la persona ofendida y ofensor), todo vuelva a ser como en su principio. Más bien no habrá necesidad de reconciliación porque no habrá ruptura.
“El auténtico perdón solo existe cuando te das cuenta que en realidad no tienes nada que perdonar. (Anónimo)
Los amigos no se perdonan, solo se comprenden y se aceptan unos a otros así como son.

OLVIDAR:
Se recomienda que se debe olvidar Pero también se sabe que no se puede olvidar, porque todos los hechos de nuestra vida queda grabado en nuestra memoria.
Pero el olvidar cristiano consiste en continuar la amistad como si nada hubiera pasado, a menos que deba prevenirse si es por motivo de daños materiales o físicos que le pueda volver a causar” (*)

Si no existe esta mentalidad en alguna persona, entonces no hay excepción.
Si existe, demos gracias y gloria a Dios. Porque podemos decir Hay gente buena de verdad en el mundo”. Que piensa como Cristo Jesús.

Aunque todo esto sea  el principio (o la característica) de los humanos, no debemos desanimarnos, porque podemos ver que la vida es y se hace linda, cuando hacemos cosas buenas, con la gente que nos rodea.
Veamos a los niños que dan alegría y son inocentes a la realidad adulta, ocupémosno en sembrar en ellos un espíritu de paz, de amor, en sus corazones, el sentido de la verdadera amistad. Amistad con Dios y con los seres humanos. Ese sentimiento interior que por amor es capaz de: 
dar la vida por sus amigos(S. Juan 15,13) 
No siempre sería necesario dar la vida física por los amigos, sino a renunciar parte de ella, que es nuestro orgullo, egoísmo, que impide comprender o perdonar, para que así se logre mantener la amistad, sin necesidad de que se rompa. Sería más fácil mantenerla que recuperar lo perdido.

SI NO QUEREMOS SER ASÍ:
Y ¿qué podemos hacer si no queremos ser como somos?. Porque cada cual tiene una característica propia y otra común, plegada a la mentalidad del mundo, pero c/u, siempre gobernado por su propio yo interno, que decide cual camino seguir.
Entonces lo que debemos hacer es morir a nuestro yo (ego). Y dejar que el Espíritu guíe nuestra vida. -  Como dijo San Pablo: Ya no vivo yo, es Cristo quien vive en mí” (Gálatas. 2,20).-

Referenc: Los señalados con (*) son párrafos de una conferencia del Padre Straud, sobre el perdónpor TV  EWTN.
                                                                                                        Escrito:                            3- II-2003